domingo, 3 de enero de 2010

Brand new year, same old shit

Las cosas más tiradas de los pelos deben ser las simbologías personales, estoy seguro. Los fetiches son conductas estereotipadas que pocos se atreven a innovar. Las fobias a veces conservan un poco la personalidad de su dueño, pero las simbologías son una extensión de nuestro subconciente a la que nos atrevemos darle un significado. ¿Qué sería de mí si no existiera el color morado? ¿Qué color reemplazaría el significado tan profundo que tiene para mí el morado? Seguramente yo seguiría vivo y otro color llevaría sobre sus hombros el peso de un significado tan importante para mi.

Nada mejor que empezar el año escribiendo cartas catárquicas, exhorcizando de mi interior los miedos, enterrando las cartas en sus cementerios, caminando sin tener nada más en qué pensar, teniendo metas fijas. La ilusión de los nuevos comienzos es grandísima, sin embargo el espejo se empecina en decir que yo sigo siendo yo mismo. Los espejos fueron creados para mostrarnos a nosotros mismos cómo somos en un momento determinado. El hombre alcanza la cima de la mediocridad cuando se ve al espejo y está conforme con lo que ve. El espejo me dice que sigo siendo yo mismo y que está bien así, mas no lo creo. Yo ya no soy yo. Es el espejo quien se ha quedado enmarcado en el pasado de su brillante panza, es él quien se aprovecho de mi imagen para hacer uso de ella y pactar con el diablo para encasillarme en un presente del cual no pueda salir. Es el espejo quien tiene miedo a su alrededor en constante cambio, que quiere que siga siendo el mismo como es sigue siendo el espejo al que le permití algún día atrás decirme quién era yo. Yo ya no soy yo. Yo nunca he sido yo.

El miedo se lo llevarán las personas que me lo infundieron, el corazón no me lo devolverán entero y rebozante como cuando lo recibieron de mis manos, sino árido e inhóspito y a pesar de eso será suficiente para seguir adelante. Las lágrimas son los mejores jueces para saber quiénes cruzarán mis puertas y las llevo listas para lavar cualquier resentimiento. ¡Total, es Año Nuevo!

No hay comentarios: